lunes, 13 de agosto de 2007

CRONICA DE UN DROGADICTO


(LOS MALOS HABITOS)

Estimado lector a continuación relatare hechos y sucesos de mi vida muchos de los cuales tuvieron que ser penosos y bochornosos.
Mi nombre es Gerardo Molina Hernández actualmente director del GRUPO DE AYUDA PARA ALCOHOLICOS Y DROGADICTOS AC. (G.A.P.A.D.) en la ciudad de DURANGO DGO. y originario de la Cd. De Durango tengo 40 años de los cuales desperdicie 18 y digo desperdicie por que así fue en realidad tuve una infancia podría decirse feliz crecí al lado de mi madre y de mi padrastro, un alcohólico de carrera (el cual ahora goza de mas de 18 años de sobriedad) yo siempre fui el consentido de la familia; Abuelos , tíos, tías de todos en general se me pintaba un futuro promisorio, con oportunidades que no todo niño pudiera tener, me mandaban a la escuela, que aun que siempre fueron publicas eran de buen nivel nunca tuve necesidad o deseo de algo, mi familia me dio todo lo que quise a su medida y posibilidad.
Una vez habiendo entrado a la secundaria que por cierto se ubica en uno de los mejores fraccionamientos de la Ciudad de Durango, y hago la aclaración por razones que mas adelante entenderán. Empezó mi carrera de malas actitudes durante el tiempo que estuve en secundaria viví con mi tía “Adelita” una señora muy buena y atenta que en ese tiempo creía yo que era regañona y mala con migo, claro como no era su hijo al lado de mi padrino “Víctor” esposo de mi tía el cual siempre fue muy bueno y trato de inculcarme siempre buenos hábitos pero creo que mis malos hábitos le ganaron a su buena voluntad y paciencia ahora que el ya no vive lo recuerdo con mucho cariño y a veces me reprocho a mi mismo por no haber estado presente en el momento de su muerte y mucho menos en su funeral todo por andarme escondiendo de la justicia por haber cometido una fechoría. Primero empecé a MENTIR en mi casa en ese tiempo eran mentirillas sin mayor importancia pero al fin y al cabo ya eran mentiras, esto se convirtió en un habito para mi, y me convertí en un mentirosos profesional, después a causa de las malas compañías que casi siempre eran muchachos mas grandes que yo fui probando las mieles amargas de los vicios iniciándome primero que nada con el cigarrillo comercial el cual era y es muy fácil de obtener, por aquellos tiempos lo que yo hacia era ROBAR (otro mal habito) los cigarrillos de mi padrastro aun los recuerdo eran los llamados carmencitas las personas mayores los recordaran eran los llamados tablones y sin filtro, pues bien mis compañeros y yo nos sentíamos superiores a todos los demás por el simple hecho de fumar, creíamos que con este echo todos los demás compañeros nos respetaban y nos admiraban, nos queríamos jugar un rol que aun no nos tocaba vivir, nos sentíamos adultos y queríamos que se nos viera y tratara como tales; Pero lejos estábamos de ser un adulto éramos simplemente una pandilla de indeseables que armábamos alboroto a donde quiera que pasábamos teníamos una SOBERBIA inmensa (otro mal habito). Recuerdo a uno de mis compañeros (éramos de la misma edad) el y yo siempre andábamos juntos a donde quiera yo lo enseñe a fumar y al cabo del tiempo ya en segundo grado de secundaria de ves en cuando nos escapábamos de la escuela para irnos a divertir con el cuento que nos sentíamos adultos, queríamos hacer lo que los demás hacían, se acostumbraba que los muchachos de preparatoria organizaran fiestas con motivo de recaudar fondos para su graduación, estas fiestas por lo regular eran por la mañana, por lo cual se le llamaban mañanadas, eran organizadas en disco Teques ; como lo eran La covacha, Café disco y muchas mas que había en aquel tiempo lugares en donde uno podía encontrar de todo y sin problemas o limite de edades; En un principio nos conformábamos con bailar como locos toda la mañana, además de fumar, y de vez en cuando hasta besuquearnos y manosearnos con alguna estudiante de prepa de las que había muchas y también les encantaba el relajo así fue creciendo nuestra LUJURIA (otro mal habito).
Poco a poco fimos experimentando nuevas situaciones, recuerdo la primera ves que probé una cerveza fue en uno de esos antros que frecuentábamos mi amigo y yo, sentada en la barra se encontraba una muchacha preciosa y de muy buen cuerpo, la cual me llevaba por lo menos cuatro años de edad, la muchacha me encanto y sentí de inmediato atracción y note que yo no le era indiferente haciendo uso de mis dotes de casanova, los cuales creía tener me acerque y me senté junto a ella en la barra le pregunte su nombre y le invite un refresco, puesto que yo no tomaba, aun recuerdo la risotada que aquella muchacha soltó cuando escucho la palabra “refresco” de inmediato comprendí que había metido la pata y estaba perdiendo puntos, rápidamente corregí el error y le ofrecí algo mas fuerte, le pidió a “Ramoncito” el cantinero de ese lugar una cerveza y otra para mi, me quede estupefacto cuando vi. esa botella de cristal color verde y sudando de frió con espuma saliendo de ella, el sobresalto no savia si era por que tenia que tomar o de plano por que no sabia si completaría para pagarlas pues comprenderán que un muchacho de esa edad no traía mas que para el camión y la entrada al antro.
Rápidamente acomode mis pensamientos, tome aquella fría botella en mis manos y con un gesto de quien todo lo sabe le dije salud y brinde con ella, aquel primer trago no me supo tan mal después de todo me hizo refrescar mi cuerpo y de paso deshizo el nudo que tenia en la garganta por la situación por la que pasaba, después de algunos sorbos mas, le dije a la muchacha que iba al baño lo cual era mentira, fui a buscar a mi amigo Felipe para que me diera el poco dinero que el traía para juntarlo con el mió y así poder pagar las cervezas, una vez que regrese ella casi terminaba su cerveza y yo calculando el momento exacto para terminar la mía así lo hice cuando vi. que ella se disponía a terminarse su cerveza yo me termine la mía de un solo trago para evitar el tener que invitarle otra le propuse que nos pusiéramos a bailar a lo cual ella accedió de buena gana sentí que el alma me volvía al cuerpo así pasamos casi toda la mañana bailando y conociéndonos hasta que paso lo que tanto temía cansados y llenos de sudor me dijo tengo mucha sed me invitas otra fría, de inmediato busque la manera de solucionar ese momento que para mi era catastrófico, pues por falta de una cerveza, no podría seguir ligando a tan hermosa muchacha eche mano a mi costal de mañas y le dije ve tu y pide dos mientras yo voy a buscar a mi compañero para que nos acompañe, ella se retiro a la barra y no se si pidió las bebidas o no pues yo fui por mi compañero y le dije que nos fuéramos pronto lo tome de un hombro y casi lo saco a empujones, ya una vez camino a casa y a pie pues nos habíamos quedado sin dinero, le explique a mi amigo la situación y nos reímos como locos.
Desde ese día mi vida cambio pues ahora sabia que si quería ser popular entre las chicas y mis amigos me respetaran era requisito indispensable TOMAR (otro mal habito) y para ello debía conseguir dinero a como diera lugar.
Estos hechos aun que parezcan una historieta son ciertos y verídicos, marcaron mi vida con una huella muy profunda, una huella que hasta ahora han tenido secuelas en mi vida y la de mi familia, esto mismo le podría estar pasando a cualquier joven en este momento quiero hacer un exhorto a todos los padres de familia para que presten atención a la conducta de sus hijos y puedan prevenir a tiempo una mal formación en sus hábitos pues yo he tenido que experimentar en carne propia las consecuencias de mis MALOS HABITOS. En otra ocasión si se me da oportunidad les relatare, algunas mas de mis andanzas por esta cochino mundo del alcohol y las drogas, espero que este relato sirva de algo y pueda prevenir por lo menos a uno de tantos jóvenes que están en la edad de la cosquilla y que como yo están expuestos a caer en los vicios, no importa cual sea la posición económica de su familia , no importa que religión profesen , no importa que tan importante sea el barrio, colonia, o fraccionamiento en que viva o que tan buena escuela sea a la que su hijo acuda, el peligro es latente, recuerde.
“La educación comienza en casa”

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