Se considera como DROGA cualquier sustancia química natural o sintética, que una vez ingerida trastorna la conducta y la percepción, modifica el estado de ánimo, aumenta o disminuye el rendimiento físico o psíquico, dificulta el conocimiento y altera los sentimientos. Su característica más importante es que crean hábitos (deseo irreprimible de repetir su uso) porque confieren al hombre una personalidad distinta que le produce cierto bienestar. Definiciones del Comité de Expertos de la Organización Mundial de la Salud:Hábito: se denomina así la necesidad del empleo continuado de una droga cuya supresión provoca trastornos psíquicos y físicos.Hay diversas formas de hábitos: uso, abuso y adicción. El más importante y grave lo constituye esta última, también conocida como toxicomanía, que consiste en un estado de intoxicación periódica o crónica, perjudicial para el individuo y la sociedad, producido por la administración repetida de una droga. Dicho estado está caracterizado por la presencia de tres fenómenos distintos pero íntimamente relacionados, a saber:1) Tolerancia: es la necesidad de aumentar la dosis para obtener el mismo efecto.2) Dependencia psíquica o hábito propiamente dicho: es el acostumbramiento al empleo de una droga cuya supresión provoca trastornos emocionales por la necesidad de la misma.3) Dependencia física: es la necesidad del uso de la droga para impedir la aparición de síntomas somáticos más o menos serios, que constituyen el síndrome de abstinencia. La toxicomanía es la intoxicación causada por distintos agentes como el alcohol, el tabaco, o los alcaloides que perturban la vida y pueden llegar a destruirla. Los motivos principales de todas las toxicomanías son el miedo al dolor y el ansia de bienestar. Otras de las causas es la guerra en que el hombre siente la necesidad de refugiarse en las drogas para encontrar alivio y serenidad. Todas las drogas que causan dependencia son nocivas para la salud y conducen a trastornos que se manifiestan por dolores internos, pérdida de conocimiento y perturbaciones nerviosas cada vez más graves que terminan en crisis de alucinaciones y delirios, semejantes a la locura. Las drogas modifican la personalidad de tal modo que el adicto se despreocupa de todo, se aleja de su familia, amigos y para sentirse comprendido busca compañía en otros individuos iguales a él. Sus rasgos más notables son la inseguridad, la soledad y la desconfianza. La imperiosa necesidad de conseguir droga puede obligarlo a cometer delitos o a convertirse en intermediario para poder comprar sus dosis con el dinero obtenido de las ventas.
La drogadicción debe ser estudiada dentro de un marco psicosocial. Si no hay droga no hay drogadicción. En otras palabras, si se dan las condiciones sociales de total limitación a la posibilidad de obtención de drogas por parte de la población, ésta no sufrirá la enfermedad.Este mal afecta fundamentalmente a nuestros jóvenes que son más vulnerables en una edad en que se sienten invulnerables...
La drogadicción debe ser estudiada dentro de un marco psicosocial. Si no hay droga no hay drogadicción. En otras palabras, si se dan las condiciones sociales de total limitación a la posibilidad de obtención de drogas por parte de la población, ésta no sufrirá la enfermedad.Este mal afecta fundamentalmente a nuestros jóvenes que son más vulnerables en una edad en que se sienten invulnerables...
COMO PREVENIR LA DROGADICCION
¿Qué clase de jóvenes son los que utilizan drogas?Probablemente se equivoca quien pretenda describirlos como delincuentes juveniles. La gran mayoría de los muchachos que usan drogas son jóvenes tranquilos, agradables, de muy buenas costumbres, pero a la vez fácil de ser influidos por otros, y siempre dispuestos a complacer. Generalmente tienen pocas amistades íntimas, y sus intereses frecuentemente son más femeninos que masculinos. Muchos de los adictos son personas delicadas y de hablar suave.En realidad establecer una serie de pautas para prevenir la drogadicción resulta casi imposible, pero ayudaría mucho que los padres se prepararan sobre esta temática y así aconsejar a sus hijos sobre el gran peligro que les aqueja. El mismo rol cabe a los educadores que deben inculcar en los jóvenes los valores que propenden a la autoestima, fortalecimiento de la personalidad y de los valores morales.Para promover el desarrollo positivo de los adolescentes, es necesario que las familias, los educadores y los miembros de la comunidad trabajen en equipo para crear una red abarcadora de apoyo. Tienen que dejar de ver a nuestros jóvenes como "un problema" y deben verlos como "un recurso" que puede hacer una diferencia positiva en el mundo.Al trabajar en colaboración con las familias, los educadores ayudan a guiar a los jóvenes para que sean ciudadanos productivos.Como maestros, consejeros y líderes de grupos, todos los días tienen la oportunidad de tocar las vidas de los jóvenes.Los esfuerzos sí cuentan, mediante la comprensión, orientación y enseñanza se puede afectar el curso de la historia, porque los ayudamos a desarrollar respeto por sí mismos y por los demás, así como a desarrollar compromisos serios con la familia, las buenas amistades, la escuela, la comunidad y el mundo en general.Nuestros jóvenes necesitan la autoconfianza que resulta cuando los reconocemos y los ayudamos a desarrollar sus puntos fuertes. También necesitan el discernimiento para controlar sus emociones en forma constructiva, la habilidad para establecer metas y el conocimiento y las destrezas útiles para permanecer sanos y libres de drogas
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